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Como una de las consecuencias de esto, la consultora AON señala que el trastorno de estrés laboral ocasiona pérdidas por 16 mil millones de pesos anuales en el sector productivo del país.

¿Pero cómo saber con exactitud si tu empresa necesita un sistema de gestión empresarial?

Alberto, el gerente de ventas, tiene que entregar un informe a la junta directiva en cinco días. Él piensa que es tiempo suficiente para integrar la información, no cuenta con que Martita de contabilidad aún no cuadra el total de las ventas porque se encuentra atascada con el cierre de mes hace días.

Martita  tarda más en contabilizar todo de nuevo, solo para detectar el origen del error: Ernesto, el encargado del almacén tuvo una equivocación en el archivo de Excel del inventario.

Alberto presionado por el tiempo, toma los datos anteriores más recientes y genera el informe; por supuesto al entregar los números comenta que los datos pueden variar debido a que no son los más actuales. 

La junta directiva dura poco más de lo previsto, intentando crear estrategias comerciales para hacer frente a la oferta de la competencia, pero concluyen que generar un plan con base en números desactualizados podría causarles pérdidas importantes y posponen las decisiones.

Así que los directores terminan frustrados, Alberto tiene el peor día de su vida, estresado y reprendido por sus jefes y con varios informes que generar. Martita  permanece  embotada sin poder terminar de cuadrar el cierre de mes y Ernesto tuvo que rehacer el inventario en Excel.

Todo esto sucede, mientras la competencia decide lanzar una oferta basada en un cuadro comparativo integral que pudieron obtener en menos de 3 días, gracias a un sistema de gestión empresarial que facilita la automatización de procesos e integra la información entre las áreas.

¿Te suena familiar?

Las empresas pasan por diferentes etapas antes de la consolidación. Desafortunadamente no todas cuentan con información de valor y una perspectiva global que les permita tomar decisiones efectivas en cada una de ellas. Por esta razón es imprescindible determinar en cuál se encuentra tu empresa y, de acuerdo a ella, adoptar procesos y adquirir herramientas o sistemas informáticos adaptados que permitan tomar ventaja aplicando gestión empresarial de valor.

Las etapas de la empresa, ¿En cuál se encuentra la tuya?

1. La existencia

Al fin la empresa ha nacido y con ella un sueño. El reto ahora se encuentra en dirigir todas las acciones hacia la supervivencia de la misma; la tasa de mortalidad en esta etapa es alta. Dos de cada tres empresas quiebra o “muere” antes o al cumplir su primer lustro de vida  productiva. Normalmente la prioridad es validar el mercado sin morir en el intento.

2. La supervivencia

Finalmente se logra obtener un flujo que permite contratar más personal, lo que permite al CEO de la empresa delegar tareas operativas y comenzar a desarrollar su talento empresarial. Por supuesto en este punto comienza a ser evidente la necesidad de un sistema de planificación de recursos empresariales que potencie el volumen de negocios adquirido.

3. Éxito empresarial

La empresa es rentable y autosostenible, el alivio es prometedor. Justo en esta etapa, muchas empresas revierten o retrasan su crecimiento por factores como la limitada capacidad de administración.

Aunque la empresa ha evolucionado, los retos también; llegado el crecimiento cada área comienza a arrojar más información que, de no ser gestionada estratégicamente y en tiempo prudente,  puede generar pérdidas directas como descontrol de los costos y los gastos, hasta omitir la predicción de posibles escenarios para planear, así como medir la productividad, y tener una visión clara de la demanda y la oferta de la competencia, derivando en una postura de indefensión ante un mercado acelerado.

En esta etapa definir los procesos de negocios de esta pequeña empresa es vital para asegurar que crecerá de una forma ordenada y acorde a los planes empresariales que se desarrollaron para ella.

4. Despegue

Finalmente la toma adecuada de decisiones ha dado frutos, existe algo de vértigo, debido al posible crecimiento acelerado. La empresa más que nunca necesita control, ya que de lo contrario un paso en falso y una estructura que no sea fuerte pueden derivar en un direccionamiento negativo a largo plazo. 

Es imprescindible la planeación estratégica de los gestores para que el posible crecimiento acelerado no cause un efecto contrario al esperado. Aquí es cuando la inversión en sistemas de gestión empresarial comienza a rendir lo mejor de sus frutos y puede evolucionar a un siguiente nivel. Una vez superado el punto de inflexión estratégico, el futuro de la empresa comienza a observarse mejor.

5. Madurez

Después de un recorrido de esfuerzo y decisión, la empresa se encuentra en el momento de mayor estabilidad, los picos tienden a ser menos marcados. En esta etapa el negocio exige enfocar mayor energía en mantener el ritmo, lo que exige protocolos, supervisión, planeación bien controlada y proyección de diversos escenarios para mantenerse vigente. El crecimiento puede llegar a desacelerarse, sin embargo la estabilidad es mayor y la oportunidad de perfeccionar estos procesos y seguir desarrollando las herramientas adquiridas serán necesarios para mantener la estabilidad.


Para saber con más precisión en qué etapa se encuentra tu empresa y cuáles son las mejores opciones para implementar un sistema de gestión empresarial adecuado a las necesidades de tu negocio, en Xamai ayudamos, desde hace 20 años, a todo tipo de negocios a crecer, innovar y mejorar, consúltanos para más información aquí.

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